Los niños del mundo de hoy se ven más amenazados que nunca. Ya no es cuestión de hemisferios, ni países desarrollados o no; tanto en una o en otra parte del mundo, la población infantil está plagada de miseria, pobreza y enfermedades.
En el caso de Colombia, se puede hablar de los gamines. Los gamines son niños que se encuentra abandonados y que viven a su suerte en los grandes centros urbanos de Colombia. Muchos de ellos han sido secuestrados (inclusive por pandillas de niños de su propia edad), abandonados a su suerte por sus padres, o víctimas desplazadas por la violencia.
Ya en 1988 existían cifras de aproximadamente 700 000 niños que vivían en estado de abandono total, producto de la violencia paramilitar. Menores sin padres, madres o familiares que les brindaran un hogar; y que empezaron a poblar las ciudades en busca de alguna forma que les permitiera sobrevivir.
Los gamines nacen a partir de la formación de pandillas en las afueras de las ciudades. Viven de la recolección de basura, el mendigar por las calles y actividades delictivas. Hacen de su hogar los andenes de trenes abandonados, las estaciones del subterráneo, o las chozas inhabitables que bordean las zonas industriales de las afueras de la ciudad. Muchos de ellos han sido víctimas de la prostitución y mutilación (hecha por otros niños para que estos puedan mendigar); reclutados por fuerzas paramilitares, o simplemente asesinados por escuadrones de la muerte.
Los niños de la antedicha cifra estadística de 1988, ya tienen más de treinta años; al menos, los pocos que llegaron a sobrevivir. Y esto se debe al esfuerzo de YWAM, y otras organizaciones alrededor del mundo que tratan de proteger a aquéllos que no pueden hacerlo por sí mismos.
miércoles, 12 de septiembre de 2007
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